Estos flecos les ayudarán a recordar que deben cumplir con todos los mandamientos del Señor, y que no deben prostituirse ni dejarse llevar por los impulsos de su corazón ni por los deseos de sus ojos.
Este mandamiento nuevo les doy: que se amen los unos a los otros. Así como yo los he amado, también ustedes deben amarse los unos a los otros.
Este es el mensaje que han oído desde el principio: que nos amemos los unos a los otros.
En efecto, toda la ley se resume en un solo mandamiento: «Ama a tu prójimo como a ti mismo».
Todos los que han pecado sin conocer la ley también perecerán sin la ley; y todos los que han pecado conociendo la ley por la ley serán juzgados.
El segundo es: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”. No hay otro mandamiento más importante que estos.