Versículos de la Biblia / Antiguo Testamento / Proverbios
Respondan a mis reprensiones, y yo les abriré mi corazón; les daré a conocer mis pensamientos.
El temor del Señor es el principio del conocimiento; los necios desprecian la sabiduría y la disciplina.
El hijo sabio es la alegría de su padre; el hijo necio es el pesar de su madre.
El odio es motivo de disensiones, pero el amor cubre todas las faltas.
El que atiende a la corrección va camino a la vida; el que la rechaza se pierde.
El de labios mentirosos disimula su odio, y el que propaga calumnias es un necio.
El que mucho habla, mucho yerra; el que es sabio refrena su lengua.
Las riquezas mal habidas no sirven de nada, pero la justicia libra de la muerte.
Plata refinada es la lengua del justo; el corazón del malvado no vale nada.
La bendición del Señor trae riquezas, y nada se gana con preocuparse.
El futuro de los justos es halagüeño; la esperanza de los malvados se desvanece.
El camino del Señor es refugio de los justos y ruina de los malhechores.
Los labios del justo destilan bondad; de la boca del malvado brota perversidad.
El justo se ve coronado de bendiciones, pero la boca del malvado encubre violencia.
La memoria de los justos es una bendición, pero la fama de los malvados será pasto de los gusanos.
El de sabio corazón acata las órdenes, pero el necio y rezongón va camino al desastre.
Quien se conduce con integridad anda seguro; quien anda en malos pasos será descubierto.
La gente chismosa revela los secretos; la gente confiable es discreta.
El malvado obtiene ganancias ilusorias; el que siembra justicia asegura su ganancia.
Con el orgullo viene el oprobio; con la humildad, la sabiduría.
El que es generoso prospera; el que reanima será reanimado.
A los justos los guía su integridad; a los falsos los destruye su hipocresía.
En el día de la ira de nada sirve ser rico, pero la justicia libra de la muerte.
Con la boca el impío destruye a su prójimo, pero los justos se libran por el conocimiento.
El que ama la disciplina ama el conocimiento, pero el que la aborrece es un necio.