Interpretación de la Biblia / Romanos 14:13
Uno de los mayores conflictos que surgen en las relaciones humanas es, sin duda, juzgar a los demás. En muchos casos interferimos en la vida de otras personas al expresar nuestras opiniones sobre lo que hacen, deciden o piensan, sin tener en cuenta que, como individuos, cada uno de nosotros tiene su propio punto de vista.
Este versículo de Romanos 14:13 nos da una recomendación importante: evitar juzgar y cuidar a nuestros hermanos para que no caigan en tentación.
No nos juzguemos unos a otros
El apóstol Pablo nos pide en este versículo de Romanos que no nos juzguemos unos a otros. Esto significa que nosotros como cristianos debemos evitar hacer juicios apresurados sin tener en cuenta que cada persona tiene una historia y un contexto que justifica sus acciones.
Todos somos diferentes, así que lo que para mí es correcto puede no serlo para otra persona. Esta propuesta está directamente relacionada con el principio básico de la fe cristiana: el amor al prójimo.
No crees una razón para una caída
El segundo mandamiento que se encuentra en Romanos 14:13, que nos pide no hacer caer ni tropezar a nuestros hermanos, puede entenderse como un llamado a ser más cuidadosos en nuestras acciones y palabras.
Como cristianos, es importante que reconozcamos que nuestras acciones pueden afectar a los demás. Debemos considerar cómo nuestras acciones pueden afectar a los demás, especialmente a aquellos que recién están comenzando su camino de fe o están experimentando dificultades.