Interpretación de la Biblia / Números 23:19
Dios no es un simple mortal
para mentir y cambiar de parecer.
¿Acaso no cumple lo que promete
ni lleva a cabo lo que dice?
Este versículo de la Biblia es una clara afirmación de la soberanía y fidelidad de Dios. En este sentido, hay que entender que Dios no es una persona sujeta a las debilidades y limitaciones de la condición humana, que puede mentir o arrepentirse de sus decisiones. Por el contrario, Dios es una persona absoluta e inmutable cuyas palabras y promesas son confiables y verdaderas.
Esta verdad ha sido confirmada en varios pasajes de la Biblia, como Tito 1:2: “Nuestra esperanza es la vida eterna, la cual Dios, que no miente, ya había prometido antes del comienzo del tiempo”. O 2 Timoteo 2:13, donde está escrito: “si somos infieles, él sigue siendo fiel, ya que no puede negarse a sí mismo”.
Libro: Antiguo Testamento /
Números