Interpretación de la Biblia / Romanos 13:10
El autor, el apóstol Pablo, escribió esta carta a los cristianos de Roma alrededor del año 56 d.C. mi. En aquella época la Iglesia estaba formada principalmente por judíos convertidos al cristianismo y paganos que se unían a la fe divina. Sin embargo, había conflictos entre las dos comunidades, y Pablo quería enseñarles la importancia de la unidad y cómo aplicar los principios del evangelio en su vida diaria.
El amor no hace daño al prójimo
En Romanos 13:10, Pablo se refiere al primer mandamiento de la Ley: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Levítico 19:18). Aunque la Ley es importante y dada por Dios, la observancia de la Ley se basa no sólo en el cumplimiento de las normas establecidas, sino también en el amor a Dios y al prójimo.
Pablo nos recuerda que el amor es la base de toda ley justa y buena, y que si nuestro comportamiento está motivado por el amor, nunca dañaremos a nuestro prójimo.
El amor como forma de guardar la Ley
Cuando hablamos del amor como forma de cumplimiento de la Ley, no hablamos de un amor superficial o condicional, sino del amor que viene de Dios y de Su gracia. Este amor no sólo nos libera del pecado, sino que también nos permite amar a los demás como Dios nos ama. Es importante para nosotros como cristianos entender que nuestra capacidad de amar no viene de nosotros mismos, sino de Dios y de Su Espíritu que habita dentro de nosotros.