Interpretación de la Biblia / Romanos 12:9
El amor es uno de los temas centrales de la Biblia, y Romanos 12:9 es uno de los versículos más claros y concisos a la hora de definir el amor verdadero. En este pasaje, Pablo llama a vivir en amor genuino, sin pretender sentir o ser emocional, y a rechazar aquello que es contrario a los valores cristianos.
Amor sin pretensiones
Cuando hablamos de amor, a menudo nos sentimos tentados a fingir sentimientos o emociones para complacer a los demás o incluso a nosotros mismos. Sin embargo, el amor verdadero no puede basarse en mentiras ni hipocresía. Más bien, debe ser sincero y genuino, con el objetivo de traer el bien a los demás.
Esto se refleja en el hecho de que en el griego original la palabra para “pretensión” es “anypokritos”, que significa “sin hipocresía”. En otras palabras, el amor no se puede fingir ni ocultar, debe ser sincero y transparente.
Apártate del mal
Si queremos vivir en el verdadero amor, también debemos ser capaces de odiar el mal. Esto significa que debemos estar dispuestos a rechazar comportamientos, acciones o actitudes que sean contrarias a los valores cristianos.
En este sentido, el apóstol Pablo hace una clara distinción entre el bien y el mal. Y para vivir con amor genuino, no podemos simplemente aceptar todo lo que vemos u oímos, sino que debemos ser críticos con nuestro entorno y elegir conscientemente lo que está bien y lo que está mal.
Siguiendo lo bueno
Finalmente, Romanos 12:9 nos llama a buscar la bondad. Habiendo odiado el mal, debemos ser capaces de buscar y seguir todo lo que es justo, honesto y virtuoso.
Esto es especialmente importante en un mundo donde a menudo estamos bombardeados con mensajes negativos y destructivos. Pero si queremos vivir en amor genuino, debemos ser capaces de identificar y seguir lo que es bueno, descartando todo lo que no nos edifica.