Interpretación de la Biblia / Juan 10:11

Juan 10:11 Jesús es presentado como el buen pastor, aquel que cuida de sus ovejas y está dispuesto a dar su vida por ellas. Esta metáfora del pastor y las ovejas era muy común en el contexto en el que vivió Jesús, ya que el pastoreo tenía gran importancia económica en la sociedad de aquella época. Pero Jesús usó esta imagen para enseñar una verdad espiritual profunda y eterna.

Jesús se llama a sí mismo el buen pastor, lo que implica que hay malos pastores o ladrones que quieren aprovecharse de las ovejas y hacerles daño. Es importante señalar que Jesús se llama a sí mismo el único camino verdadero hacia una vida plena y abundante. Él es el guía que conduce las ovejas a pastos verdes y aguas corrientes (Salmo 23), es decir, a la vida abundante que Dios ha preparado para cada uno de nosotros.

Además, Jesús nos muestra su amor y compromiso al decir que está dispuesto a dar su vida por las ovejas. Éste es el modelo de Su sacrificio en la cruz, donde dio Su vida para salvar a toda la humanidad del pecado y de la muerte. En este sentido, un buen pastor es aquel que no se preocupa tanto de sí mismo como del bienestar de las ovejas. Jesús da su vida para que todos los que creen en él tengan la oportunidad de la vida eterna y la oportunidad de una relación personal con Dios.