Interpretación de la Biblia / Romanos 8:11
En Romanos 8:11, el apóstol Pablo habla del Espíritu de Dios que vive en los creyentes y tiene el poder de dar vida a nuestros cuerpos mortales. Este es un tema importante en la vida cristiana porque tiene un impacto significativo en nuestra fe y nuestra relación con Dios.
El poder del Espíritu Santo
La presencia del Espíritu Santo en nuestras vidas nos da fuerza y nos ayuda a vivir vidas santas y justas. Como cristianos, estamos llamados a ser diferentes del mundo y vivir en santidad.
Esto no es fácil de lograr por nuestra propia voluntad, pero con la ayuda del Espíritu podemos vencer las tentaciones y vivir una vida que glorifique a Dios. El Espíritu nos guía, nos da visión y nos ayuda a resistir el pecado.
Nuestra esperanza de vida eterna
Además de ayudarnos a vivir vidas santas, el Espíritu Santo nos da la promesa de la vida eterna. Como cristianos, creemos que Jesús murió por nuestros pecados y que al creer en Él recibimos la vida eterna.
Romanos 8:11 nos recuerda que el mismo Espíritu que resucitó a Jesús de entre los muertos vive en nosotros y nos da esperanza de vida después de la muerte. Esta es una gran promesa para aquellos que creen en Jesús, y nos da confianza de que nuestra fe no es en vano.