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Interpretación de la Biblia / 1 Corintios 2:11

En efecto, ¿quién conoce los pensamientos del ser humano sino su propio espíritu que está en él? Así mismo, nadie conoce los pensamientos de Dios sino el Espíritu de Dios.

En 1 Corintios 2, el apóstol Pablo habla de la sabiduría de Dios y cómo no puede ser comprendida por la sabiduría humana. El versículo 11 nos dice la diferencia entre el conocimiento humano y el conocimiento divino. En otras palabras, la diferencia entre el conocimiento que se puede obtener a través de la razón humana y el conocimiento que se puede obtener a través de la revelación divina.

Conocimiento humano

La mente humana es hermosa y capaz de muchas cosas, pero hay límites a lo que podemos saber. A pesar de todos nuestros logros tecnológicos y científicos, todavía no entendemos completamente muchas cosas. A menudo nos enfrentamos a preguntas para las que no tenemos respuestas. El conocimiento humano puede darnos mucho, pero no puede dar respuestas a todas las preguntas.

El espíritu del hombre

Pablo nos dice que nadie conoce los pensamientos de una persona, excepto el espíritu de esa persona que vive en ella. En otras palabras, nadie puede saber con certeza lo que pasa en la cabeza de otra persona, excepto la persona misma. Incluso si alguien intenta explicar lo que piensa o siente, nunca podremos comprender completamente sus pensamientos. Sólo una persona puede conocer sus pensamientos.

Espíritu de Dios

Así que nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios. Esto significa que sólo a través del Espíritu Santo podemos conocer verdaderamente a Dios y comprender Su sabiduría divina. Por esta razón, es necesario tener una relación personal y cercana con Dios para poder comprender Sus enseñanzas y verdades.

Libro: Nuevo Testamento / 1 Corintios
Temas: Espíritu Santo, Espíritu, pensamientos, entender
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