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Interpretación de la Biblia / 1 Crónicas 29:14

Pero ¿quién soy yo, y quién es mi pueblo, para que podamos darte estas ofrendas voluntarias? En verdad, tú eres el dueño de todo, y lo que te hemos dado, de ti lo hemos recibido.

El libro de 1 Crónicas se encuentra en el Antiguo Testamento y cuenta la historia del pueblo de Israel, desde la muerte del rey Saúl hasta el reinado del rey David. En el capítulo 29, el rey David recauda fondos y recursos para construir el templo de Dios, proyecto que fue encomendado a su hijo, el rey Salomón. Al mismo tiempo, David dice una oración en presencia de todo el pueblo, en la que reconoce la grandeza y soberanía de Dios.

La humildad de David

El versículo 1 Crónicas 29:14 es una expresión de humildad y gratitud por parte del rey David. En este versículo, David reconoce que todo lo que tienen viene de la mano de Dios y por lo tanto no tiene oportunidad de ofrecerle nada más que su propia voluntad.

Es un humilde reconocimiento de que somos pequeños ante la grandeza de Dios y que todo lo que tenemos es Su don.

Actitud del corazon

Este versículo también nos recuerda que lo que en última instancia importa es la actitud de nuestro corazón. David no se centra en cuánto da, sino en la disposición de su corazón para dar. Da voluntariamente, consciente de que todo lo que tiene le ha sido dado por Dios y que, por tanto, todo lo que tiene debe usarse para glorificarlo.

Esta actitud nos anima a reflexionar sobre nuestras propias actitudes hacia el dar y a considerar cómo podemos dar más generosamente y con un corazón más agradecido.

Libro: Antiguo Testamento / 1 Crónicas
Temas: dependencia, dar, dinero
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