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Interpretación de la Biblia / 2 Pedro 3:8

Pero no olviden, queridos hermanos, que para el Señor un día es como mil años, y mil años como un día.

2 Pedro 3:8 puede resultar confuso para algunos lectores porque compara un día con mil años y viceversa. ¿Qué significa realmente este versículo? Para entender mejor esto, debemos analizar la comprensión que la Biblia tiene del tiempo.

La cultura judía tenía un concepto del tiempo diferente al que tenemos hoy. No fue visto como un proceso lineal, sino más bien como un círculo. El pasado, el presente y el futuro se mezclaron y se influyeron mutuamente. Por tanto, la duración del tiempo se percibía de forma diferente a como la percibimos hoy. El tiempo se consideraba algo relativo.

Es importante entender el contexto en el que ocurre este versículo. En este capítulo, el apóstol Pedro analiza el regreso de Jesucristo y la venida del fin del mundo. En este sentido, este versículo sirve como recordatorio de que Dios no está limitado por el tiempo humano. En otras palabras, lo que puede parecernos una larga espera es sólo un suspiro desde la perspectiva de Dios.

Libro: Nuevo Testamento / 2 Pedro
Temas: Dios, paciencia, Segunda venida
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