Interpretación de la Biblia / Juan 7:37
En el Evangelio de Juan, capítulo 7, se nos narra la participación de Jesús en la Fiesta de los Tabernáculos, una fiesta anual en Jerusalén que conmemoraba la peregrinación del pueblo de Israel desde el Éxodo hasta su entrada en la Tierra Prometida, y durante la cual Se celebraron diversas ceremonias y ofrendas rituales.
En el contexto de esta fiesta y en su último día, Jesús se puso de pie y proclamó a la multitud que lo rodeaba sus palabras, que se convirtieron en una poderosa llamada a la sed espiritual del hombre: «—¡Si alguno tiene sed, que venga a mí y beba!».
¿Por qué Jesús hizo esta invitación?
Jesús, al hacer esta invitación, no tenía en mente la sed física, sino la sed espiritual del hombre. En la Biblia, el agua se utiliza como metáfora para describir el amor y la gracia divinos, y en este sentido, Jesús ofreció su amor y gracia divinos a la humanidad para saciar la sed de nuestra alma.