Interpretación de la Biblia / Lucas 24:50-51
Se describe la ascensión de Jesús al cielo frente a un grupo de sus discípulos. Mientras los bendecía, Jesús se separó de ellos y fue llevado al cielo. Este evento es significativo ya que representa el final de la presencia física de Jesús en la tierra después de su resurrección y su regreso al Padre celestial. En este artículo, exploraremos más a fondo la importancia y el significado de la ascensión de Jesús en nuestra fe y cómo podemos aplicar su enseñanza en nuestra vida cotidiana.
La ascensión de Jesús tiene varios significados importantes. En primer lugar, confirma la divinidad de Jesús y su papel como el Hijo de Dios. El hecho de que Jesús ascendió al cielo no solo fue una confirmación adicional de su resurrección sino también de su naturaleza divina. Además, también confirma la promesa de Dios de enviar al Espíritu Santo a todos los creyentes después de que Jesús regrese al cielo.
En segundo lugar, la ascensión de Jesús también es importante porque señala el inicio de una nueva era en la historia de la salvación. En la tierra, Jesús había completado su misión de redimir a la humanidad al morir en la cruz. Al ascender al cielo, Jesús abrió las puertas para que los creyentes reciban el Espíritu Santo y sean equipados para continuar su obra en la tierra.
Aunque la ascensión de Jesús ocurrió hace más de dos mil años, su relevancia para nosotros hoy sigue siendo vital. La enseñanza de la ascensión nos recuerda que nuestra vida en la tierra es temporal, y que nuestro verdadero hogar está en el cielo con Dios. También nos recuerda que Jesús regresará algún día, y que debemos estar preparados para su segunda venida.
Además, la ascensión de Jesús también nos brinda consuelo en momentos de aflicción y dolor. Sabemos que Jesús sufrió en la tierra, y que ahora está sentado a la derecha de Dios intercediendo por nosotros. Como tal, podemos confiar en que Él nos ayudará a superar cualquier dificultad si confiamos en Él y mantenemos nuestra fe.