Interpretación de la Biblia / Juan 13:20
Juan 13:20 describe a Jesús hablando a sus discípulos en la Última Cena. Este es un versículo profundo que muestra la estrecha conexión que existe entre Jesús y quienes lo representan. Jesús da instrucciones a sus discípulos sobre el ministerio que tendrán en el mundo y la importancia de recibir a los enviados.
Jesús nos envía a hacer Su obra
Para entender esta declaración de Jesús, es importante reconocer que Él nos envió como sus seguidores a hacer Su obra en el mundo. Esto significa que no sólo debemos buscar tener una relación cercana con Jesús, sino también salir al mundo y compartir Su amor con los demás.
En uno de los siguientes versículos, Jesús dice a sus discípulos: “Este mandamiento nuevo les doy: que se amen los unos a los otros. Así como yo los he amado, también ustedes deben amarse los unos a los otros” (Juan 13:34). Debemos mostrar amor y compasión a los demás como Jesús nos mostró a nosotros.
Es muy importante aceptar a quien Jesús envía
La primera parte del versículo, que dice: “el que recibe al que yo envío me recibe a mí”, es una declaración importante. No sólo debemos estar preparados para recibir a quienes Jesús nos envía, sino que esto es importante porque Jesús está presente en ellos.
Aceptar a Jesús es aceptar al Padre
En la última parte del versículo, “y el que me recibe a mí recibe al que me envió”, Jesús muestra la estrecha relación que existe entre Él y el Padre al declarar que recibir al enviado por Jesús es lo mismo que recibir a Jesús, y por tanto: el Padre. Esta es una declaración clave de la doctrina cristiana, que enseña que Jesús y Dios son uno. Por tanto, aceptar y acoger a los enviados por Jesús es un modo de acoger a Dios mismo.