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Interpretación de la Biblia / 3 Juan 1:2

Querido hermano, oro para que te vaya bien en todos tus asuntos y goces de buena salud, así como prosperas espiritualmente.

El libro de 3 Juan es una carta escrita por el apóstol Juan a un amigo llamado Gayo. John estaba agradecido con Guy por su servicio a la iglesia y lo animó a continuar sirviendo al Señor. En el versículo 2, Juan expresa su deseo de que Gayo prospere en todo, así como prospera su alma.

La palabra "prosperidad" se traduce del griego "euodóō", que significa "prosperar". John quería que su amigo tuviera éxito en todos los aspectos de la vida, incluida la salud física y el bienestar financiero. Sin embargo, lo que más le preocupaba era la prosperidad espiritual de Guy, ya que sabía que sin ella, otras bendiciones no tenían valor duradero.

Juan sabía que la prosperidad en Cristo era más importante que la riqueza material. Jesús mismo dijo en Mateo 6:33: “Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, entonces todas estas cosas les serán añadidas”. Nuestro éxito en la vida no se mide por nuestras posesiones materiales, sino por nuestra relación con Dios.

La prosperidad espiritual significa que crecemos en nuestra fe, aprendemos a confiar cada vez más en Dios y vivimos según Sus mandamientos. Cuando tenemos una relación cercana con Dios, podemos mirar los desafíos de la vida desde una perspectiva diferente.

Además, la prosperidad espiritual es contagiosa. Cuando estamos en paz con Dios, podemos difundir más fácilmente Su amor y paz a quienes nos rodean. De la misma manera, cuando servimos a Dios con diligencia y lo honramos con nuestras vidas, Él nos bendice con prosperidad más allá de lo material.

Libro: Nuevo Testamento / 3 Juan
Temas: bendición, salud, Oración, enfermedad, alma
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