SVG En Cristo

Interpretación de la Biblia / Juan 10:28-30

Yo les doy vida eterna, y nunca perecerán, ni nadie podrá arrebatármelas de la mano. Mi Padre, que me las ha dado, es más grande que todos; y de la mano del Padre nadie las puede arrebatar. El Padre y yo somos uno.

Los versículos bíblicos de Juan 10:28-30 son promesas refrescantes para cualquiera que busque la seguridad de la vida eterna. Estas son las promesas en las que Jesús, nuestro Salvador y Señor, nos asegura que nosotros, Sus ovejas, recibiremos vida eterna y que nada ni nadie podrá quitarnos esa vida.

La vida eterna de Jesús

Jesús dijo en Juan 10:28 que Él nos dará vida eterna. Para entender la vida eterna, es importante entender quién es Jesús y por qué Es nuestro Salvador. En el Nuevo Testamento, Jesús nos enseña que Él es el camino, la verdad y la vida (Juan 14:6). Él es el autor y fuente de la vida eterna, la salvación y la gracia.

La vida eterna no es sólo vida eterna, sino vida en plena comunión con Dios. La vida eterna es la oportunidad de tener una relación significativa y duradera con nuestro Creador, Dios, quien nos ama y nos salvó a través de Su Hijo.

Una promesa de nunca morir

La segunda parte de Juan 10:28 nos habla de una promesa aún más emocionante: que nunca pereceremos. Jesús nos asegura la vida eterna, en la que nunca más moriremos. Esta vida eterna no es una vida temporal ni limitada. Ella es eterna y en su presencia nos lleva a un estado glorioso y perfecto.

Jesús nos asegura que podemos confiar en Él, que no hay nada más poderoso que pueda quitarnos esta vida eterna. Ni el pecado, ni la muerte, ni el diablo, ni nada de lo que sucede en este mundo puede impedirnos disfrutar de esta vida en él.

La protección del Padre

Juan 10:29 nos muestra que las ovejas de Jesús están seguras en las manos del Padre. Esto significa que Dios es el protector de aquellos que creen en Él. Él cuida de nosotros y nos guarda del mal. Como creyentes, debemos creer que Dios tiene el control de nuestras vidas y que Él nos protegerá de cualquier peligro que se nos presente. Debemos creer y confiar en Él.

El Padre y yo somos uno

Juan 10:30 ha sido objeto de muchas interpretaciones por parte de teólogos y eruditos bíblicos a lo largo de la historia. En términos generales, está claro que Jesús afirma su identidad divina y su unidad con Dios.

Algunas interpretaciones sugieren que Jesús está estableciendo paralelismos con la creencia judía en la unidad de Dios, afirmando así su compromiso con las creencias de su pueblo. Otros eruditos interpretan este versículo como una afirmación de la igualdad de Jesús con Dios.

Libro: Nuevo Testamento / Juan
Temas: Vida eterna, Padre, Jesús
Ir a la pagina para Cristianos