Interpretación de la Biblia / Mateo 25:21
En el versículo bíblico Mateo 25:21 encontramos la historia de un siervo que fue recompensado por su fidelidad al hacer lo que le fue encomendado. Esta historia brinda una importante enseñanza sobre la importancia de ser fieles en las cosas pequeñas porque pueden llevarnos a mayores bendiciones.
Este pasaje es parte de la enseñanza sobre el reino de los cielos que Jesús compartió con sus discípulos. En la historia contada, un hombre rico que se disponía a viajar confió a sus sirvientes la administración de su propiedad. A uno de ellos le dio cinco talentos, a otro dos, y al tercero un talento, según las capacidades de cada uno.
El siervo que recibió cinco talentos los usó sabiamente y logró duplicarlos, y lo mismo hizo el que recibió dos talentos. Pero el siervo, que recibió sólo un talento, lo escondió y no hizo nada con él.
Cuando el amo regresó, llamó a sus siervos para que les dieran cuenta de lo que habían hecho. Entonces el que recibió cinco talentos le dio diez, y el que recibió dos le dio cuatro. El maestro se alegró de ellos y los felicitó diciendo: “¡Hiciste bien, siervo bueno y fiel! En lo poco has sido fiel; te pondré a cargo de mucho más. ¡Ven a compartir la felicidad de tu señor!"
Esta historia nos enseña la importancia de ser fieles y diligentes en las cosas pequeñas, y el hecho de que Dios nos ha dado diferentes talentos y habilidades que podemos usar en beneficio de Su Reino. Muchas veces queremos tener grandes oportunidades y responsabilidades, olvidando que todo comienza con pequeñas tareas y una sabia gestión de lo que se nos da.
También podemos aprender del ejemplo del siervo que ocultó su talento, que mostró un miedo paralizante y no se atrevió a utilizar lo que le había sido confiado. Es importante recordar que Dios nos llama a ser valientes y confiar en Él incluso en situaciones que parecen pequeñas o insignificantes.
Este versículo puede ayudarnos a comprender que en nuestro caminar cristiano cada paso que damos importa y que Dios valora nuestra fidelidad. Podemos aplicar esto a muchas áreas de nuestra vida, laboral, personal y espiritual. Además, también nos anima a correr riesgos, confiar en Dios y arriesgarnos en cosas nuevas, aunque nos parezcan pequeñas o insignificantes.