Interpretación de la Biblia / 1 Tesalonicenses 5:21-22
Estos versículos, 1 Tesalonicenses 5:21-22, son importantes porque nos muestran la necesidad de ser críticos con lo que nos llega, de no aceptar todo sin pensar y de separar lo bueno de lo malo. La Biblia es clara en la necesidad de distanciarnos de todo aquello que nos aleja del bien y nos acerca al mal.
Sométanlo todo a prueba
La primera instrucción en este versículo es probar todo lo que escuchamos. Esto significa que no debemos aceptar incondicionalmente todo lo que nos dicen, sino analizar y evaluar la información antes de aceptarla como cierta.
Debemos ser críticos y no tener miedo de hacer preguntas y buscar respuestas. Para aplicar esto a nuestras vidas, podemos comenzar preguntándonos: ¿Es esta información fiel a la realidad? ¿Es esto consistente con otras fuentes confiables? ¿Quién es la fuente de esta información y cuál es su agenda?
Aférrense a lo bueno
La segunda instrucción de este versículo es aferrarnos a lo bueno. Después de haber estudiado la información que hemos recibido, debemos separar lo que es bueno de lo que es malo. Debemos preservar y aceptar lo que es verdadero y valioso y abandonar lo que no lo es.
Debemos desarrollar una mente crítica y estar dispuestos a cambiar de opinión si recibimos mejor información. Para aplicar esto a nuestra vida, podemos empezar por identificar qué valores son importantes para nosotros y valorar si la información que recibimos los respeta o los vulnera.
Eviten toda clase de mal
El tercer precepto es un recordatorio de que debemos tener cuidado en nuestras decisiones, tanto en nuestras acciones como en nuestras relaciones. Si queremos vivir una vida agradable a Dios, debemos ser conscientes de nuestras acciones y de cómo pueden afectar a los demás.
Es fácil dejarse llevar por las tentaciones e impulsos del momento, pero si seguimos el mandamiento de abstenernos de todo mal, podremos tomar decisiones más informadas y responsables. Además, esta enseñanza también nos invita a reflexionar sobre nuestras relaciones. ¿Estamos rodeados de personas que nos alientan a hacer cosas malas o nos tientan a pecar? En caso afirmativo, entonces deberíamos cuestionar esta amistad y reconsiderar nuestra forma de vida.