Interpretación de la Biblia / Mateo 10:8
Mateo 10:8 es un versículo que se encuentra en el contexto del llamado de Jesús a sus discípulos para que salgan a predicar y hacer milagros en su nombre. En este versículo, Jesús les da instrucciones específicas sobre qué deben hacer durante su misión. Les dice que sanen a los enfermos, limpien a los leprosos, resuciten a los muertos y echen fuera demonios. Además, les recuerda que han recibido el don de la gracia de Dios y deben darlo de forma gratuita.
La sanación y los milagros son temas centrales en los evangelios. A través de ellos, Jesús mostró su poder y divinidad a aquellos que lo seguían y también proclamaba el Reino de Dios. El hecho de que Jesús les pida a sus discípulos que hagan estas mismas cosas indica que la misión que les ha encomendado es tan importante como lo fue la suya propia.
El exorcismo es un tema recurrente en la Biblia. En el Nuevo Testamento, varias veces se describen personas poseídas por demonios o espíritus malignos que son expulsados por Jesús o sus discípulos. En el contexto de Mateo 10:8, Jesús les dice a sus discípulos que también cuentan con la autoridad para echar fuera demonios. Esto sugiere que, aunque el mal es real, el poder de Dios es mucho mayor y puede vencerlo.
Otra cosa que destaca en este versículo es la importancia de dar de gracia lo que hemos recibido de Dios. El amor y la gracia de Dios son gratuitos y no deben ser comercializados. Esto es algo que a menudo se olvida en la iglesia moderna, donde a veces se presta más atención a los aspectos monetarios en lugar de los espirituales.